Reflexiones

Si se recuerda que una de las encomiendas capitales de un portafolio docente con orientación formativa es propiciar actividades autorreflexivas, se entenderá más fácilmente la centralidad de esta página dentro del presente instrumento.

En relación a mis reflexiones les presento un pequeño trabajo de investigación acerca de las habilidades necesarias para atender a un grupo de Preescolar.

   ¿Cuáles son las habilidades docentes necesarias para atender a un grupo de preescolar?    


Durante el transcurso de la licenciatura en educación preescolar se revisan una serie de teorías, leyes y conceptos sobre el desarrollo del niño; actualmente el Programa de Educación Preescolar se basa en competencias, por lo que se ha integrado en el Perfil de egreso el desarrollo de habilidades y competencias, que permiten a los futuros docentes asumir una actitud responsable en la constante búsqueda de información.

En este sentido se busca preparar a la futura educadora, no solo en un sentido sistemático sino en un ser en potencia preparado para los imprevistos que depara la carrera de la docencia.

La clave para atender exitosamente a un grupo en edad preescolar no está en los conceptos, las teorías o la forma en la que la Escuela Normal prepare a sus egresados, sino en la semilla de inspiración y amor por la labor educativa que planté en ellos, la forma en la que el estudiante se desenvuelve en los grupos, y la experiencia que va recolectando a través de su ejercicio docente.

Este proceso exige la atención voluntaria y consciente, la asimilación real del sistema de acciones que la conforman, así como del conocimiento al cual está asociada determinada acción. Además, su formación y desarrollo exige de los alumnos la comprensión del significado y el valor de estas habilidades para el propio proceso del conocer.

Las competencias y habilidades se adquirirán a partir de la socialización que el docente realice entre la interacción del medio social donde se desenvuelva, de los conocimientos y las emociones que implique su trabajo.

Como resultado de esta interacción continua entre las condiciones internas del individuo y las condiciones de vida externas se produce el conjunto de vivencias muy particulares de cada individuo que conduce a la formación y desarrollo de una personalidad única e irrepetible.

Muchas de las habilidades que el individuo adquiere a lo largo de su vida tienen que ver con la personalidad; que es una estructuración psíquica y personal construida del auto regulación; la personalidad se complementa gracias al plano voluntario e involuntario, es decir las cosas que el sujeto puede controlar, como sus pensamientos, ideas o acciones, y a las experiencias en que determinadas situaciones externas al sujeto afectan su comportamiento.

Se puede hablar también de una fuerza inductora y una ejecutora dentro del proceso de la adquisición de actividades, la fuerza inductora abarca las motivaciones,  los intereses, los objetivos, mientras que la ejecutora se refiera a cualquier tipo de acción derivada de la fuerza inductora. Es decir cualquier actividad humana se distingue por la motivación que la induce y existe a través de las acciones y los procedimientos son las vías mediante las cuales transcurre la acción.
Para que una habilidad pueda ser tomada en cuenta como tal es necesario que reuna cuatro características; primero la frecuencia de ejecución, en segundo lugar la periodicidad con la que se hace, esta característica  se refiere a la distribución temporal, la tercera será la flexibilidad, es decir la variabilidad de conocimientos aplicados en diferentes situaciones y por último la complejidad.
Se puede resumir de lo anterior que si el estudiante realiza de manera frecuente y periódica, bajo determinadas condiciones, tareas cada vez más complejas, con diferentes conocimientos pero cuya esencia es la misma, se logrará el dominio de la habilidad.
Al transmitirlo al ámbito de la labor docente, se rescata el siguiente enunciado: Si el docente realiza de manera frecuente y periódica la evaluación de su práctica, realizando los diagnósticos y aplicando los conocimientos recabados a lo largo de su experiencia, y teniendo los fundamentos teóricos, efectivamente el grupo desarrollara las competencias necesarias para satisfacer sus necesidades de aprendizaje.
En los inicios del aprendizaje de cualquier tipo influye mucho la fuerza de atención voluntaria y el pensamiento, como es que el estudiante va acomodando y asimilando los conocimientos, hasta llegar a una sistematización, para lograr esto es necesario que el maestro logre una actitud positiva hacia el trabajo haciéndole ver que los conocimientos que posee para resolver ese problema en ese momento son insuficientes, crearle la contradicción de lo que sabe y lo que debe saber.


Las habilidades docentes necesarias, serán pues las que el maestro vaya adquiriendo a lo largo de su curso en la licenciatura y la recolección de sus experiencias de trabajo, de una forma analítica y reflexiva, siempre buscando el desarrollo de competencias en los niños, creando la necesidad por el saber.

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